El tradicional encuentro de los descendientes de europeos, nacido hace 39 años, regresa al predio del club Danés de Dina Huapi.
Las colectividades europeas de Bariloche esperan cada año la fiesta para disfrutar de un encuentro que combina tradición con camaradería. En la última edición, unas 8.000 personas asistieron a la Fiesta de las Colectividades.
Una vez más, como desde hace 39 años, bebidas y comidas, música europea con bailes y trajes típicos se podrán disfrutar durante dos fines de semana de noviembre en Dina Huapi en casi la única celebración de Bariloche que no tiene turistas.
La Fiesta de las Colectividades Europeo-Argentinas se llevará a cabo el 3, 4, 10 y 11 de noviembre en el club Danés. A lo largo de los años, se convirtió en uno de los eventos más tradicionales de la ciudad y la gran concurrencia de público llevó incluso a trasladar los festejos nocturnos en el gimnasio Pedro Estremador a un predio de 5 hectáreas en Dina Huapi durante cuatro días completos.
Los stands gastronómicos de las 12 históricas colectividades se disponen en torno de un escenario gigante donde los grupos de baile exponen sus destrezas. Si bien no cuentan con stand, este año también se suma el Ballet Celta.
Más allá de los bailes típicos europeos, este año se sumarán artistas locales como el grupo Tolkeyén, Tamborena, Tuzudy (un grupo de danzas del altiplano) y La Nube. El músico y escritor Edgardo Lanfré brindará un show y el histórico conductor del evento, Sergio González, propondrá un espectáculo de tango. Los espectadores podrán seguir paso a paso el evento a través de una pantalla gigante.
“La organización está a cargo de 35 personas que comenzamos a trabajar en marzo, a más tardar en abril. Empezamos con la contratación de los servicios para las cuatro jornadas, como el escenario, el sonido, las ambulancias, los seguros, los baños, entre otros”, explicó Facundo Galván, integrante de la colectividad vasca y presidente de la comisión organizadora, al tiempo que agregó: “Paralelamente, la organización de cada comida y los bailes corresponden a cada colectividad. Es nuestra obligación mantener nuestras costumbres para no perder la esencia, sostener la tradición”.
La fiesta nació en 1979 en la calle Mitre solo con un puñado de colectividades (alemana, suiza, española, italiana, danesa y eslovena). El evento, luego, se trasladó al gimnasio del Colegio Don Bosco y a Pedro Estremador por las noches. Pero en el 2009 se limitó la capacidad del gimnasio y año siguiente, los festejos se trasladaron a Dina Huapi.
“La fiesta tiene un gran sentido de pertenencia. Es un lugar donde se reencuentran los barilochenses. Hay un clima de amistad y de familia. Lo que logramos con el predio fue recuperar el sentido familiar de la fiesta. La gente disfruta del show como del lugar”.