Diciembre es el mes para (re)descubrir Bariloche. Con la propuesta de una Navidad diferente invita a sumergirse en la aventura, en circuitos gastronómicos que sale a las calles y en noches singulares.
Aún con precios de temporada baja, hasta mediados de mes, el gran atractivo es el turismo activo que prioriza el contacto con la naturaleza, aprovechando los largos días de sol. Las propuestas de agua son un clásico: navegar en las excursiones hacia Isla Victoria o hacia Puerto Blest, o descubrir el Brazo Tristeza del Nahuel Huapi. Practicar kayak, buceo, stand up paddle, son otras de las alternativas al igual que el rafting en ríos rápidos de la zona.
Por tierra, se puede recorrer en bici el Circuito Chico, llegar un domingo a Colonia Suiza y pasear por su feria o caminar por la Costanera en su renovado paseo. Este mes abren todos los refugios de alta montaña, en un circuito único en el país con senderos de trekking de diversos niveles de dificultad. Además este verano en las playas públicas de la costa del lago Gutiérrez y en playa Centenario, en el Nahuel Huapi, habrá food trucks con comidas y bebidas.
El Centro Cívico lucirá a partir del 8 de diciembre ornamentación navideña, con el árbol gigante de cuyo interior surgen destellos de luz y con el sonido del arte cada atardecer. El próximo sábado a las 20:30 se prevé el encendido y habrá shows y coros en vivo. El ritual se repetirá cada día hasta el 6 de enero.
A partir del 17 de diciembre y hasta el 23, a las 20:30, los chicos (locales y visitantes) podrán acercarse a la Casa de Papá Noel para entregar su carta y también visitar la Casa de los Duendes con actividades para niños.