Buscando alternativas para las Vacaciones

No se quede con lo obvio, con lo que hacen todos, con lo mismo de siempre. En Bariloche y en usted están las variantes para que sus vacaciones sean distintas.

“Dos senderos se abrían en el bosque. Tomé el menos transitado. Eso hizo que todo fuera diferente.”

Quizá sea útil empezar con este verso de Robert Frost. La enseñanza es directa y hermosa: Lo nuevo, lo distinto, lo original, lo propio, no va de la mano de lo que hace la mayoría. Cada uno debe vivir su propia vida, tratando de no dejarse arrastrar por la marea de la masa. Es en este sentido que recuerdo otra frase -en este caso sin autor famoso a la vista: “Sólo a los peces muertos se los lleva la corriente”.

En las palabras de Frost, además de la apuesta a lo “diferente”, puede leerse también el riesgo que implica tomar una decisión por uno mismo: Tomar el sendero menos transitado requiere un esfuerzo especial de orientación, para no terminar siendo simplemente un caso más de persona extraviada. Elegir es una de las experiencias más apasionantes de nuestra existencia, no es algo superficial ni sin consecuencias.

Hablar de estas cuestiones vitales en un lugar turístico como es la zona de Bariloche, poblada de recorridos, puede tener, en la práctica, varios sentidos posibles. Por un lado, una advertencia que le generará, a esta altura, por lo menos una sonrisa: ¡Mucho cuidado con los senderos poco transitados! ¡No exponga su vida o la de su familia! (¿Frost se habrá imaginado esta utilización de su poesía?).

Por otro lado, -a esto vamos- una invitación: Busque las alternativas, no se quede con lo obvio, con lo que hacen todos, con lo mismo de siempre. Bariloche tiene muchísimas variantes que pueden hacer que sus vacaciones sean distintas. Por supuesto, las alternativas nacen primero en nuestro interior: Quién no tiene ganas de otra cosa que no sea integrar un contingente y dejarse llevar, raramente encontrará sorpresas.

Para quienes sí quieran pensar opciones, aquí les dejamos algunos ejemplos:

La nieve (en invierno), el Trekking (durante todo el año).

La nieve no solamente se encuentra en Cerro Catedral. El Cerro Otto, por ejemplo, tiene por lo menos tres centros invernales donde el contacto con la nieve puede ser vivido con intensidad: Las variantes orquestadas por el Complejo Teleférico Cerro Otto, el Centro de Esquí Nórdico, el área de Piedras Blancas… acceda por el camino que nace en el km 1 de la Avenida de Los Pioneros (“la ruta de arriba”) o tomando las góndolas del Teleférico en el kilómetro 5 de la misma avenida. También se puede caminar con raquetas en la zona del Challhuaco…

El Bosque

Bosque es vida. En verano o en invierno, el bosque enseña. Salga de la rutas llenas de vehículos, acérquese a los cohiues, lengas, arrayanes, alerces, cipreses… Camine despacio, deténgase a ver una flor o una rama nevada, escuche los sonidos mínimos, mire hacia arriba, piense en la edad de los árboles, en el oxígeno reinante, pose su mano sobre los troncos, disfrute del aire fresco que llegará a su cerebro y a su corazón.

La Estepa

Lo común es mirar hacia el oeste, la cordillera (con su postal de cerros, bosque, lago). Pero permítase una mirada hacia el este, a los paisajes que hay que descubrir en la estepa patagónica, con otra historia, otro ritmo, otra soledad…
Las rutas: Bájese en algún momento de la Avenida Bustillo y la Avenida Pioneros, y recorra alguna porción de la ciudad por sus calles internas…
Hay más: los ríos, la noche, la cocina, la historia….

El Lago

Está ahí. Todo el tiempo. ¡Aproveche! Acérquese, sienta las olas y el viento, pero sin sucundún-sucundún, esto es otra cosa. Baje a una playa, y tómese su tiempo. El que necesite. Hágase amigo del gran lago, de esa presencia que es otro tipo de horizonte.

Busque sentir la Naturaleza

En cualquiera de los recorridos, sentir o no sentir la nieve, la tierra húmeda, el bosque, los arroyos, depende de animarse o no a hacer una pausa, a cambiar de ritmo, a callar por un momento las charlas fuertes, los gritos o las máquinas, y abrir los sentidos al mundo que habitamos. Calme sus cámaras de fotos o filmadoras, y use sus propios ojos, oídos y manos, con tranquilidad, y con paciencia, porque no es tan fácil como cambiar de canal en un control remoto.

Conozca a la gente que anda por Aquí

…O por lo menos dialogue. Bariloche es una ciudad cosmopolita, llena de gente venida de distintos lugares del país y del mundo, mezclados con nacidos en estas tierras. Gente muy variada, con personalidades y características muy distintas entre sí. Conocer a uno no es conocer a todos. Tenga en cuenta, además, que si muchos parecen cerrados a primera vista, reflejan también lo que reciben, ya que no es común que los turistas los consideren interlocutores válidos. Se cosecha lo que se siembra…

No se Apure

Haga ese esfuerzo casi imposible para nuestra cultura occidental. No se apure al levantarse, no se apure en las comidas, no se apure en las rutas… el apuro genera, además de su propio malestar, incomodidad o molestias a los demás. El apuro fomenta la agresividad. Mejor, infórmese bien sobre horarios y detalles, y no quiera hacer todo en un día. Más vale calidad que cantidad, sean excursiones o besos.

Ubíquese

Piense en dónde está Bariloche en relación al mundo, sepa qué cosas pasan en esta ciudad y sus alrededores, siéntase con los pies sobre la tierra, porque Bariloche puede parecer puro ensueño, pero es real. No le estamos pidiendo que se interese por “las cosas malas” de la ciudad, no es eso. La vida de las ciudades no se divide en cosas buenas y malas, así como tampoco las personas se dividen en buenas y malas. Siguiendo la idea de que nadie desea ser turista por la vida, sea más que eso cuando esté de paseo. Bariloche no es una foto o un video o un hotel o un paisaje. Es de verdad, es parte del mundo. No se vaya sin conocerlo.

J.N.para Bariloche.org