Año a año, el kayakismo reúne a más gente en todo el mundo. Novatos, aficionados, expertos, navegan en embarcaciones cada vez más sofisticadas.
Producto de aquellos pioneros que avizoraron en lo nuevo un camino de diseño, ideas y pasión, el kayak es hoy en día una actividad de aventura que encuentra en nuestras aguas el mejor recorrido.
El Parque Nacional Nahuel Huapi revela un mundo distinto sobre sus aguas. Los ríos y lagos son el escenario ideal para la práctica del kayakismo, una actividad destinada a los amantes de la naturaleza y a los buscadores de emociones.
La navegación por las aguas de nuestra región descubre lugares vírgenes: lagos, ríos y espejos de aguas cristalinas rodeados por frondosos bosques, montañas, playas y lugares agrestes, explorados exclusivamente por quienes llegan por agua.
Como toda actividad de aventura, es fundamental realizarla en manos de expertos; los guías de Bariloche son kayakistas de primer nivel, profesionales con experiencia internacional, que conjugan conocimiento con belleza natural y muy buena onda logrando que la práctica del kayakismo sea una experiencia que seguramente querrán repetir.
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El kayak y su Historia
Al kayak se le atribuye un origen esquimal, más concretamente inuit. La palabra significaría “bote-de-hombre” ya que se construía a la medida del palista. Se trata de una variedad de piragua, en su origen de un sólo tripulante, usada para pescar y cazar. En la sociedad esquimal, los menores no podían utilizar estas embarcaciones y sólo al alcanzar la mayoría de edad, en un acto ritual, la familia le construía su propio kayak. Se decía que si un esquimal salía a cazar y no regresaba era porque había usado un bote prestado. En su origen, en el Ártico, el kayak fue concebido como bote unipersonal consistente en una armazón de madera revestida de pieles. Los más antiguos kayaks recuperados se muestran hoy en día en el Departamento de Norte América, del Museo Etnológico de Munich. Los esquimales crearon también prendas específicas para esta actividad como el anorak , que sólo dejaba al descubierto la cara del palista.
Los kayaks contemporáneos de estilo tradicional están inspirados en los diseños nativos, especialmente de Alaska, norte de Canadá, y suroeste de Groenlandia. El escocés John McGregor, explorador, deportista y filántropo del siglo XIX, introdujo y popularizó el kayak y el piragüismo en Europa, donde rápidamente alcanzó popularidad hasta el punto de llegar a ser deporte de exhibición en los Juegos Olímpicos de París de 1924 y parte del programa oficial en los Juegos de Berlín de 1936. Los kayaks modernos se construyeron mayoritariamente en madera hasta los años 50, cuando aparecieron en EEUU los primeros kayaks de fibra de vidrio. Hoy en día los materiales de construcción varían; sigue construyéndose en madera pero también en fibra de vidrio, carbono, kevlar, y materiales plásticos, dependiendo del uso que se le vaya a dar al bote.
En la actualidad, en sus variantes modernas, su uso es fundamentalmente deportivo. El tripulante o palista, a diferencia de las embarcaciones de remo, se acomoda sentado y orientado en dirección al avance, propulsando la embarcación mediante una pala de doble hoja o cuchara que no necesita de apoyo sobre el casco. Lo que no cambia es la sensación placentera que nos deja.
Aquí algunos comentarios extractados de Trip Advisor:
“Cada vez que recuerdo este paseo en particular, me lleno de alegría; te dan confianza en el manejo del kayak, (soy inexperto) pero me sentí cómodo; se comparte muy bien con el equipo que lo conforman, se adaptan a ti y no te presionan en nada”
“Si van a Bariloche, sea en verano o en invierno, algo se habrán perdido si no hacen esta excursión. Tanto para personas que nunca han andado en kayak, como para experimentados, la excursión les dejará un recuerdo que perdurará entre los más gratos de la memoria.”
“Esta excursión fue mejor de lo que esperaba! Nos buscaron a mis amigos y a mi por nuestro hostel para llevarnos al punto de encuentro. Pensé que me pondrían en un kayak cuando llegáramos, pero me dieron equipo y una breve lección antes de entrar al agua. Estaba muy nerviosa, pero el personal me hizo sentir segura y cómoda todo el tiempo. Remamos hasta un punto, y luego nos dieron medialunas y mate (y café! )! pudimos caminar un poco por la playa antes de regresar. El agua era preciosa y bien valió la pena el dinero (que tampoco fue tanto! )!”
“Espectacular tanto la atención de Pablito como de la travesía, todo muy buena, unas media lunas terriblemente ricas, estoy muy contento de repetir la experiencia 2 veces seguidas el 22 y 23 de sep del 2013.”
“Un plan muy recomendable, paisajes increíbles, muy organizada la actividad, kayaks en muy buen estado y atendido por gente muy amable (hasta clase de geografía te dan), ah y excelente merienda!! Saludos.”
“Fui en Marzo con mi novio y además de la experiencia en kayak que fue increíble, los guías unos genios, excelente trato! Pasamos increíble, nos divertimos muchísimo y lo recomendamos!!!
La merienda que nos ofrecieron……SIN PALABRAS!!! Muy rico todo. jeje
Esperamos volver el año que viene :)”
“Increíble experiencia, lástima que estuvimos ahí nuestro último día en Bariloche, pues de lo contrario seguro lo repetíamos. Una atención excepcional, tanto que mi hijo que no quería nada con el kayak terminó entusiasmadísimo, gracias al bien momento que los instructores crean. Realmente de lo mejor de nuestro viaje”
“Una salida de medio dia que la rompe!!! el grupo de entrenadores tienen toda la onda y la parada en la playa es muy buena!! nos acompaño mucho el sol!!! un grupo increíble. Muchas gracias chicos!!! voy a volver seguro!!!”
Disfrutar de la naturaleza sin dejar huella y conocer paisajes inéditos, donde se mezcla la luz, las rocas, la vegetación y el agua, un cúmulo de sensaciones, que una tarde en kayak nos invita a descubrir.
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