Refugio Andino
Mucho antes de que se oyeran los ecos de la lengua española en las orillas del Nahuel Huapi, sus habitantes ya sabían que en donde está actualmente el Hotel Tunquelén, entre coihues colosales, una enorme roca en voladizo era la mejor de la comarca para repararse del frío y el viento patagónico. Ellos la eligieron por la caricia del sol del norte durante el invierno, disfrutando el reflejo sobre el gran lago y cobijándose al calor del fuego bajo la inmensidad del cielo y sus estrellas sureñas.
En la Actualidad
En los últimos pasos de los años 30, la Sra. Alicia Lalor y su esposo, el Dr. Parodi Cantilo, deciden construir un lugar para destinarlo a la recuperación de personas con afecciones crónicas y se lo encargan al arquitecto E. Estrada, quien vuelve a visualizar a este paisaje andino como un lugar especial y le agrega la sobriedad, la elegancia y la solidez de su firma a un edificio con estilo similar al de las principales construcciones de la región, como es el Centro Cívico de la ciudad de San Carlos de Bariloche, entre otros.
Tunquelén son varias hectáreas de bosque andino austral en una ladera que custodia al lago desde lo alto. Hay senderos, miradores y rincones secretos en el bosque donde continúan creciendo coihues de dos y tres siglos rodeando una pradera soleada. Puerto Tunquelén es una pequeña marina de yates, veleros y cruceros llena de vida y encanto en los meses de verano: uno de los puertitos más selectos en el mar dulce e interior del Lago Nahuel Huapi que aparece como un mar cuando se agitan sus aguas. Bajo techo, la pileta climatizada, el Health Center, la Biblioteca, son posibles caminos hacia un concepto de salud que integra cuerpo mente y espíritu, con vista al paisaje. Diferentes ambientes, todos y cada uno inspiradores tanto de aventuras como de creaciones artísticas en un reencuentro del hombre y la naturaleza.
Esta renovación fue inspirada en la naturaleza de los árboles que se actualizan en nuevos brotes manteniendo sus raíces, con la sólida convicción de que es absolutamente necesario respetar la identidad del diseño y los materiales que eligiera el Arquitecto Estrada para poder seguir siendo digno de pertenecer a la historia que se construye día a día, ofreciendo asimismo la satisfacción de un servicio acorde a las exigencias del turismo de primer nivel.
Desde la intimidad de las habitaciones hasta los lugares comunes, todos los ambientes fueron repensados con el criterio de rescatar los materiales originales, sustituyéndolos sólo en los casos en que el desgaste lógico de tantos años hiciera imposible su funcionamiento.
El rojizo oscuro de la noble madera de caldén, un árbol maderable típicamente argentino, que permaneció oculto bajo alfombras, volverá a lucirse en los pisos con modernas técnicas de conservación.
A la hora del reencuentro nocturno frente al fuego los Espectáculos musicales de diversos géneros acompañan a los huéspedes mientras disfrutan de una copa esperando la hora de ingresar al Restó donde los espera una carta que combina lo mejor de la cocina mediterránea y la de montaña, en concordancia con los gustos y sabores de la Patagonia, especialmente ideada para cada una de las estaciones del año. Constituyendo un sitio identificado con las actividades culturales periódicamente la excelente acústica del Salón de Convenciones es ámbito propicio para conciertos orquestales y para los Encuentros con Escritores.
En Invierno, las nevadas pincelan de blanco los cerros. A través de los ventanales de un lugar único, se puede ver cómo van cubriéndose de nieve, durante el día reflejando los rayos del sol hasta que el atardecer los esconde hasta el día siguiente para mostrar otro y el mismo espectáculo, pero iluminado por la luz de la luna.
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