Uno de los paseos más clásicos de Bariloche es subir el Cerro Otto. Su confitería giratoria y una vista panorámica de la ciudad y el lago Nahuel Huapi le dieron a la buena fama que se merece, un lugar que no podes dejar de conocer en tus vacaciones.
(Bariloche.Org) Desde nuestra oficina, en el centro de la cuidad, se puede ver a dos cuadras de distancia, el lago Nahuel Huapi. Basta con levantarse de la silla, mirar por la ventana para recordar dónde estamos y relajar la vista. Cuando eso no alcanza, y nos hacemos el tiempo, salir afuera es aún mejor.
En el km 5 por la ruta del Faldeo esta la base del Cerro Otto, cerro que lleva su nombre en honor a Otto Meiling, un antiguo montañista venerado como el representante más destacado del andinismo en Bariloche. Las telecabinas (ó “la manzanita”) nos llevan a la cima donde, a medida que vamos subiendo, la vista se hace imponente. Siempre se puede describir un lugar, o mostrar fotos, pero nada como ser testigo de la inmensidad del lago, la Isla Victoria, la península San Pedro y de fondo como puesta en escena, la cordillera.
Después de 12 minutos y a 1.405 metros sobre el nivel del mar, llegamos a la confitería giratoria, literalmente hablando. A una velocidad cómoda y agradable, nos permite ver el paisaje en 360º durante el tiempo que se tarda en comer una porción de torta y tomar un café . Dentro del complejo también hay variadas actividades y hasta una galería de arte con copias exactas tomados directamente de los originales de las tres obras más importantes de Michelangelo Buonarroti, incluida El David.
Caminar por los alrededores y sacar fotos es una buena elección. Los senderos estan señalados e inclusive, un paseo en funicular por el bosque es posible. En Invierno se pueden hacer caminatas con raquetas de nieve y otras actividades.
Operable: Todo el Año
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