¿Por qué aparecen en esta época?
Estas aves tienen la costumbre de migrar anualmente hacia el Este en las épocas más frías, principalmente cuando su área de distribución se cubre de nieve. Es por eso que es habitual encontrarlas en nuestra ciudad durante la época invernal. Es conocida la afirmación popular que supone que la presencia de cachañas en la ciudad anticipa una nevada, como una suerte de pronóstico natural.
La ciudad representa un refugio invernal para algunas especies de aves de la cordillera, que aquí encuentran, no sólo una temperatura levemente superior a la de los alrededores, sino una mayor disponibilidad de alimento, principalmente para las aves granívoras o semilleras. Otras especies que aprovechan la oferta urbana en invierno son los tordos, los chingolos, los cabecitanegras, los picaflores, entre otras. Todas aves que, si bien se pueden encontrar en cualquier época, es en invierno cuando son más notorias en la ciudad.
Descripción General:
Cachaña // Austral Parakeet //Microcittace ferruginea
Longitud total: 350 mm. Sexos iguales. Pico negro; iris pardo muy oscuro; frente castaño rojizo; cabeza, cuello, cuerpo, alas y cobertoras caudales, verde oliva con las plumas marginadas de negro, lo que le da aspecto escamado; el centro del vientre y las rectrices son de color castaño rojizo. Patas negras.
Habita en los bosques subantárticos, donde es frecuente verlo en bandadas de 10 a 50 o más individuos; de vuelo muy veloz en sus desplazamientos, es fácil localizarlo por sus fuertes y constantes vocalizaciones, parado puede pasar desapercibido, ya que es capaz de permanecer quieto y en completo silencio.
Durante la primavera y el verano pasa su tiempo en los bosques de altura, lengales, y ñirantales, donde se alimenta y cría en los huecos de los grandes árboles. Ubica el nido en el fondo de algún agujero en los troncos y lo tapiza con desperdicios vegetales y plumas; pone hasta 8 huevos de color blanco.
En otoño, cuando las primeras nevadas caen en lo alto de los cerros y el frío intenso se deja sentir por efecto de las heladas, las cachañas se desplazan bajando a los valles en busca de clima templado; en muchas ocasiones se las puede observar volando a gran altura de un cerro a otro, y no es raro que las bandadas bajen hasta el fondo de los valles directamente en veloces picadas; en los lugares poblados encuentran abundante comida en algunos frutales, especialmente manzanas no recolectadas; también aprovechan las semillas de zarzamoras, las pequeñas frutas de Laura, Maitenes, Maqui y otros arbustos; suelen bajar al suelo para alimentarse de las partes tiernas y las semillas de plantas; es llamativo el silencio que saben guardar mientras se alimentan; alarmados, suelen volar rápidamente entre los árboles, irrumpiendo en sonoros griteríos.
Su distribución abarca la estrecha y prolongada franja de los bosques andino-patagónicos, desde Neuquén hasta Tierra del Fuego; las poblaciones de la isla Grande de Tierra del Fuego, tanto de la parte Argentina como de la chilena, y de la región de Magallanes pertenecen a la raza típica Microsittace f. ferruginea; desde el sur de Santa Cruz hasta Neuquén, en la Argentina, y desde Aysén hasta Colchagua, en Chile, está presente la raza Microsittace f. minor.