Tal vez resulte imposible escribir sobre el Amancay en Bariloche, sin acompañar a esta bella flor por el canto de los pájaros, el escurrirse del agua por entre las piedras de un arroyo de montaña y por el aroma de un atardecer en el bosque.
Verdaderos solcitos de un amarillo aranjado cubren grandes extensiones de la zona boscosa andino patagónica y su presencia ilumina los parques nacionales Lanín, Nahuel Huapi y Los Alerces.
La Alstroemeria aurea, conocida como Amancay en la región, es una planta herbácea, de tallo simple, rizomatosa, que mide alrededor de 60 cm. Sus hojas son alargadas, de entre cinco a doce centímetros, de color verde medio. Después de terminado el invierno sus rizomas brotan y cuando la temperatura comienza a aumentar sus pimpollos abren en una flor con luz propia que contrasta fuertemente con el entorno verde y marrón. Sus pétalos están recorridos por hilos colorados.
Sin duda es en febrero el momento ideal para deleitarse con ellos y si bien se los puede encontrar a los costados de los caminos, en el medio de una montaña o de un bosque, uno de los lugares más recomendables es el Valle del Challhuaco. La característica más notable es el vastísimo bosque de lengas que existe allí que enmarca con su follaje oscuro, dándole aún más protagonismo a las grandes masas amarillas que adornan su suelo. Se puede llegar incluso con el auto propio hasta el Refugio Neumeyer, donde se puede comer, tomar el té y también hospedarse durante la noche. A partir de allí se puede realizar una caminata de una media hora para conocer la Laguna Verde o llegarse hasta el Mirador. Se ofrecen caminatas de interpretación durante el día, y también por la noche incluyendo la cena, y clases de escalada y rapel para principiantes. En el mismo bosque, cuando las lengas enrojecen ante la llegada del frio, sus senderos se prestan para la práctica de esquí nórdico y caminatas con raquetas.
El municipio de Bariloche ha protegido a los Amancay reglamentando medidas que desaniman el corte de sus flores o la extracción de plantas.
Flor del Amancay (leyenda)
En la zona de Ten-Ten Mahuida, hoy conocido como Cerro Tronador, habitaba la tribu Vuriloche, cuyo nombre luego se deformaría para denominar esa bella comarca andina.
Quintral, el hijo del cacique de la tribu, era admirado por las jóvenes debido a su valentía y fortaleza. Entre todas ellas había una que, además de admiración, sentía un profundo amor por él, pero su condición humilde le impedía siquiera imaginar la posibilidad de que el joven se fijara en ella. Amancay, tal era el nombre de la hermosa joven, no era indiferente a Quintral. Muy por el contrario, él sentía que su corazón se inflamaba cada vez que la morena joven se encontraba cerca, pero sabía que su padre jamás aceptaría que él la desposara.
Un día, varios integrantes de la tribu comenzaron a morir a causa de una extraña enfermedad. La epidemia no tardó en extenderse, y también Quintral cayó gravemente enfermó. Aquellos que aún se encontraban sanos comenzaron un éxodo que les permitiera alejarse de los malos espíritus que estaban diezmando a su gente.
Quintral empeoraba cada vez más, y en medio del delirio y la fiebre no dejaba de pronunciar el nombre de su amada Amancay. Su padre consultó a su consejero y este le contó sobre el amor profundo y silencioso que existía entre ambos jóvenes. Viendo el grave estado de su hijo, el cacique envió a sus mejores guerreros a buscar a la muchacha.
Mientras tanto, Amancay había consultado a una Machi para que la ayudara a encontrar una cura para su amado Quintral. La anciana le reveló que la única forma de salvar al joven era prepararle una infusión con una flor amarilla que crecía en la cumbre del Ten-Ten Mahuida, y Amancay no dudó en ir en su busca. El ascenso no fue sencillo, pero ella no cejó en su esfuerzo. Por fin logró llegar a la cima de la montaña y encontrar la bella flor, pero no se percató de que el gran cóndor la observaba desde las alturas.
Tan pronto como Amancay arrancó la delicada flor, el cóndor descendió junto a ella y le recriminó haber tomado aquella flor que pertenecía a los dioses. Con voz de trueno dijo que los dioses lo habían puesto como guardián de las cumbres y todo lo que en ellas se encontraba, y a pesar de que la joven pidió disculpas y explicó la situación en la que se encontraba Quintral, el imponente ser no quiso escuchar razones. Al ver que las lagrimas brotaban de los ojos de la muchacha, el cóndor le propuso entregarle la flor a cambio de que ella le diera su propio corazón. Amancay no dudó. Después de todo, ¿de qué le serviría su corazón si no tenía a nadie a quien amar?
La joven se arrodilló frente al ave y sintió como el potente pico habría su pecho en busca del delicado corazón. Sus labios se abrieron y una débil voz pronunció por última vez el nombre de su amado Quintral. El cóndor, conmovido por el amor que hasta último momento demostró la joven, con delicadeza tomó el corazón con una garra y la flor amarilla con la otra para luego elevarse majestuosamente.
El cóndor voló hasta la morada de los dioses, sin darse cuenta que gotas de la sangre de Amancay salpicaban no sólo el camino sino también la delicada flor. Una vez en su destino, imploró que le permitieran llevar la cura para Quintral y que crearan un recordatorio para que el sacrificio de la joven no fuese olvidado. Ambas cosas fueron concedidas, y de cada gota de sangre que cayó en los valles y las montañas nació una bella flor amarilla con gotas rojas que se convirtió en símbolo del amor incondicional. Desde ese día, quien regala una flor de Amancay te entrega su corazón.
Esta muy bien la leyenda 😀
tienen mas informacion sobre la tribu vurilochees o los mapuches que habitaban en la patagonia?
Hola Romina, en la web seguramente vas a encontrar mucha información sobre los Vuriloches y Mapuches.
Saludos!
Una pregunta la leyenda es real o falsa
Hola Katerine, toda leyenda tiene parte de cuento, pero una leyenda es una historia basada en hechos reales o en personas que si existieron y, aunque se inscribe dentro del campo de la literatura de ficción, tiene una base real y verídica. En definitiva, podes ponerle el nombre que quieras ya que la línea es muy fina…. y fundamentalmente, es una bella flor
Saludos!
Buena pregunta, también lo quiero saber, pero desconfío que es falsa y fue inventada por los colonizadores de la región. Por qué? Amancay es un nombre Quechua o Aymara para una flor que hay en Bolivia y Perú que es muy parecida, así que nombraron nuestra flor del sur con ese mismo nombre y empezó la confusión, ahora todos creen que es un nombre Mapuche pero en Mapudungun la llaman Liuto.
Hermoso relato..Gracias por compartirlo. Saludos
Buenas tardes mí opinión de la información es un 10 total ¿Alguno de ustedes me pueden decir porfavor quién bajó o escribo está información? ¿Me pueden pasar su mail porfavor? ¡Gracias!?❤️
Hola Pilar, Marta Carbonero fue quien escribió esta nota, pero lamentablemente ya tiene unos años esta nota y no tenemos el email de Marta actual.
Saludos!
Hola la verdad que la leyenda es bastante hermosa ❤️
es una leyenda muy buena y un poco triste
Saludos!!amigo
No entendo
No solo en Bariloche crece Amancay, Neuquén Junín de los Andes todo el bosque Andino Patagónico
Bella historia como la misma flor cuyo nombre Amankay ahora pertenece a mi adorada nieta hija de mi hija a quien desde pequeña le enseñé a amar a las flores puesto que son un regalo de Dios para los ojos de todos los humanos que agradecemos su infinito amor al entregarnos tan delicada belleza!
Era leyenda o cuentos
Hola Leandro, toda leyenda tiene parte de cuento, pero una leyenda es una historia basada en hechos reales o en personas que si existieron y, aunque se inscribe dentro del campo de la literatura de ficción, tiene una base real y verídica. En definitiva, podes ponerle el nombre que quieras ya que la línea es muy fina…. y fundamentalmente, es una bella flor
Saludos!
❤️❤️❤️
Hermosa leyenda ♡
Estoy de acuerdo con Val?
Hola que tipo de leyenda es LA FLOR DE AMAYCAY
Es una bella historia!!