[Nota de archivo, foto 30 de Mayo 2019]
Nota escrita mientras caen los primeros copos del año en Bariloche…
En el centro, Viernes, son las 10 de la mañana. En otras zonas, ya ha nevado por la mañana e incluso por la noche. Cada año es distinto, cada año el momento es especial. Cae la primera nevada del invierno y en algún lado nos toca.
“…viéndolo caer y caer con la misma tranquilidad con la que había visto caer los primeros copos de nieve de un invierno muy lejano.”
Existen muchas primeras nevadas. Por un lado, cada invierno de Bariloche tiene (con pocas excepciones, por suerte) su primer nevada. Pero también existen millones de primeras nevadas, son las primeras nevadas de cada persona, aquella primera vez de ver los copos cayendo, de sentir la nieve en la piel, en la cara, las primeras bolas de nieve, los juegos, la emoción, el frío, las risas, las sorpresas. Son millones, todas diferentes y únicas. Como la de Facundo:
– Vine a ver nevar. Nunca en mi vida vi nevar. Quiero ver nevar.
– Ahora está nevando.
– Esto es lluvia, no es nieve.
– Acá es lluvia. Si vamos a algún lado más alto, es nieve.
– ¿Podemos ir ahora?
Eran las tres de la mañana y el recién llegado (Facundo, 36 años, de Capital Federal) no podía esperar. Y a los amigos hay que tratarlos bien…
– Vamos, te llevo.
El auto buscó el camino a Catedral y empezó a subir. Facundo iba mirando el parabrisas donde caían las gotas de agua, pegado al parabrisas veía como el agua estallaba distinto contra el vidrio a medida que subíamos, las luces formaban el túnel en la noche y de pronto ya el milagro era inevitable, ya estábamos navegando como nave espacial entre estrellas copos de nieve.
– ¡Pará, pará!
Frené, y Facundo se bajó a los tropezones, caminó entendiendo que estaba pisando nieve, caminó seis pasos delante del auto, muy despacio, y levantó los brazos al cielo, echó la cabeza hacia atrás, y se quedó quieto en silencio…
Esa primera vez se va olvidando con el tiempo, y el contacto con la nieve puede llegar a ser, según como sea tu vida o condición económica, incluso molesto. Pero cada invierno, cuando la nieve cae por primera vez, se revive aunque sea una pequeña parte, aunque sea una fibra, del viejo milagro. Después, pasarán los días, y la nieve será, para los turistas, todo alegría, belleza y fiesta natural, y para quienes trabajan en la ciudad, algo para tomarse con satisfacción, calma y… paciencia.
Vivencias y Sensaciones…
“¡Esta nevada es la mejor, porque es la primera! ¡No hay otra que le cambie tanto la cara la gente! Además, calma la ansiedad….significa mucho mas que nevar…¡Es como si el año empezara de nuevo!” (1)
Diego (40), de Bariloche, en plena calle.
(1) Para los mapuches, pobladores originarios de esta zona, el año corre de invierno a invierno, la fiesta de año nuevo es el 24 de junio (a veces, según la fase lunar, se celebra el 23).
“Me sentí bien, porque la pude ver. No me refiero a verla con los ojos, digo verla de verdad, darme cuenta, poder detenerme a vivirla. Además me hizo pensar en cómo fue el invierno anterior, me acordé de cómo fue…es bueno hacer memoria…traté de ir más inviernos para atrás y se me empezó a complicar…”
Carina (36)
¡Yo, con la primera nevada, me re-copo!
Eduardo (62)
Además, no es lo mismo que la primer nevada sea de día o de noche. Cuando la primer nevada cayó durante la noche, al despertar el silencio tendrá sonido, se sospecha no se sabe de qué, se siente una presencia que se revelará al abrir la ventana o la puerta, o serán los gritos de los pibes (¡Nevó! ¡Mamá, nevó! ¡Vamos afuera!), o un mensaje venido de la tierra nos hará levantarnos de la cama presintiendo… la nieve, ahí afuera, esperando.
“El silencio de la nieve, pensaba el hombre que estaba sentado inmediatamente detrás del conductor del colectivo. Si hubiera sido el principio de un poema, habría llamado a lo que sentía en su interior el silencio de la nieve.
(…) Era poeta, y en un poema escrito años atrás y muy poco conocido por los lectores turcos había dicho que a lo largo de nuestra vida sólo nieva una vez en nuestros sueños. Mientras la nieve caía pausadamente y en silencio, como nieva en los sueños, el viajero sentado junto a la ventana se purificó con los sentimientos de inocencia y sencillez que llevaba años buscando con pasión y creyó optimistamente que podría sentirse en casa en este mundo. “
(de la novela Nieve, del turco Orhan Pamuk, Premio Novel 2006)
Cuando es diurna, en cambio, suele comenzar como una lluvia fría más, luego ocurre la transformación y se comparte la novedad entre los cercanos, o las radios lo anuncian por sectores, según los llamados de la gente: “Nos dicen que está nevando en Villa Los Cohiues”, “Nos avisan que en Rancho Grande está empezando” , “¡Se comunican desde Pinar de Festa, dicen que ya se han acumulado 10 centímetros!”
“Caemos -pensó el capitán- como un copo de nieve en el regazo de junio”
…Las historias de viajes a través del tiempo fuerzan al lector a contemplar la naturaleza de la causalidad y el devenir del tiempo. Son libros sobre los que se reflexiona mientras el agua va llenando la bañera o mientras se pasea por los bosques tras una primera nevada de invierno. Carl Sagan
Los copos de la primera nevada todavía no se han derretido. Todavía estamos a tiempo de tocarlos.
¡Feliz comienzo de invierno!